Moros y cristianos
Es precisamente la imagen de San Luis la protagonista de la escenificación de los Moros y cristianos, plato fuerte de sus fiestas patronales. Sobre un escenario de batalla, las tropas musulmanas, vestidas de rojo intenso, pelean con sus cimitarras y conquistan el baluarte cristiano en la primera parte de la escenificación. “Tu sangre he de beber caliente. Al asalto, tomad este castillo, no deis reposo al cuchillo, prometo mil cequíes al más valiente”, aclama el rey moro. Pero en la segunda parte, como es natural, los cristianos consiguen recuperar la fortaleza y liberan al santo. “Pronto vendrán los cristianos y te harán besar el pomo de tu espada. Y esa turba de moros, espantada, huirá al furor de mis hermanos”, aclama el embajador, en realidad uno de los jóvenes albondoneros que saben de memoria el texto y lo representan cada año para mantener esta tradición.
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